Giovanni’s Room
Califación: 5/5 ★
James Baldwin, 1956.
Páginas: 159.
“People can't, unhappily, invent their mooring posts, their lovers and their friends, anymore than they can invent their parents. Life gives these and also takes them away and the great difficulty is to say Yes to life.”
Desde que fue publicada en 1956, esta novela ha sido objeto de prohibición y censura en múltiples ocasiones por su exploración de la sexualidad e identidad de género. El narrador es un expatriado americano que vive en París quien, desde pequeño, se resiste a los afanes de su cuerpo por complacer la moralidad convencional. Esa misma que nos dice que los hombres tienen que ser fuertes, las mujeres delicadas y amar al prójimo solo está bien cuando sea del otro sexo. Creciendo con esta culpa, coexiste en él un odio a sus deseos como unas ganas de complacerlos simultáneamente.
El narrador empieza la novela como si estuviera contándole la historia a una audiencia, seguro de sí mismo. Nos advierte que cuando se acabe la noche y la mañana empiece a dar sus primeros destellos de luz, estará borracho. Nos advierte también que esta noche lo llevará a la peor mañana de su vida. Desde el inicio sabemos que ocurrió una tragedia y que el resistir lo terminó llevando a la ruina. Incluso el haber tocado fondo podrá no ser suficiente para aceptarse tal cual es. Lo interiorizado sigue ahí. La narración, como el narrador, se irá llenando de culpa y confusión en lo que transcurre la noche. El simbolismo del cuarto de Giovanni nos llevará a reflexionar sobre lo que le pasa al amor cuando reina el miedo y la vergüenza.
Lo que más me gustó de este libro es cómo Baldwin logra tener una voz independiente a la del narrador, esa que está entre líneas. En medio de esta tragedia, Baldwin te invita a que tú, lector, aceptes el amor en cualquier forma que llegue. Al final, love is love is love. Como siempre, James Baldwin 10/10.