La hojarasca
Califación: 4/5 ★
Gabriel García Márquez, 1955.
Páginas: 176.
Con La hojarasca García Márquez nos introduce por primera vez a ese mundo mágico que conocemos por Macondo. La “hojarasca” llega a Macondo persiguiendo a la compañía bananera. Eran los desplazados y demás víctimas de la guerra civil que contaminaban el pueblo, que buscaban un lugar donde asentarse tranquilamente.
Tiempo después de la llegada de la hojarasca, llega un misterioso doctor a la puerta de un viejo coronel, que dice tener una carta del coronel Aureliano Buendía, seguido de lo cual el viejo coronel le abre las puertas de su casa y familia. A partir de este momento empieza la fascinante historia que nos cuenta García Márquez: la narración de la preparación de un entierro imposible al que todo el pueblo se oponía (que recuerda a Antígona), así como los recuerdos de un cuarto de siglo de la historia de Macondo, vista a través de los ojos del viejo coronel, su hija y su nieto.
La hojarasca es una novela de dejar de lado los prejuicios y compadecerse por una persona que para muchos no merecía más que le llegara la muerte pronto. Los habitantes de Macondo esperaban tras sus cortinas polvorientas que llegara aquel añorado día en el que el olor del difunto doctor iba a recorrer el pueblo. En la novela, tanto el tiempo como los narradores cambian constantemente. A pesar de lo anterior, pareciera como si en Macondo no pasara un solo día, como si el tiempo fuera totalmente estático. Incluso, al final de la novela nada queda resuelto. No sabemos qué pasó con Meme, la concubina del doctor, como tampoco sabemos qué hay detrás de la relación entre el niño y Abraham, o la historia detrás del marido de Isabel. La única constante es el calor sofocante, el polvo y la soledad.
Macondo es la perfecta metáfora para describir a nuestro país; refleja nuestro origen, evolución y costumbres desde la explotación colonial, las muertes que siguen aumentando, la pérdida de recursos de nuestro país e incluso cuando los "países avanzados" nos tildan de estar alejados de la civilización al tener "años de retraso".
Son escritores como García Márquez los que nos hacen querer cambiar el mundo, los que nos inspiran a hacer más allá de lo imposible por mejorar nuestra sociedad y a nosotros mismos.