And You Give Yourself Away

And you give yourself away.

Por muchos años de mi vida me hice creer que era una persona seca y hasta un poco fría. Así vivía mis relaciones de pareja y también era extremadamente reservada con mis amigos. Solo lloraba viendo películas (lloro en todas, un caso de la vida real). Pretendía en todo momento que mi vida estaba divinamente. Justifiqué que era seca hasta el cansancio y terminé por creérmelo. Esto hasta que descubrí la bendición (y maldición) de ir a terapia y empecé a hacer más introspección. Me di cuenta de que el aparentar ser seca y tener una vida perfecta era un escudo que me permitía no ser vulnerable. Vivía a la mitad, sentía a la mitad.

Ahora, la otra cara de la moneda es que al descubrir esto empecé a entregarme de lleno a todo. De cabeza, como dicen por ahí. La vida es muy corta como para no vivir espontáneamente. And you start giving yourself away, conectando con personas que te acepten tal y como eres. Siento que mis amistades se fortalecieron más cuando dejé de pretender que todo estaba bien. Entendí también por qué dicen que tus mejores amigas son tus verdaderos soulmates.

El problema es que muchas personas no están listas para bajar la guardia por miedo a la incertidumbre. Prefieren sentir a medias, creyendo que todavía tienen algún tipo de control sobre su vida. Esto, desde mi punto de vista, puede ser producto del miedo al compromiso o al abandono. La vida día a día me ha enseñado el poco control que tenemos sobre nuestro futuro y lo único que nos queda es vivir el presente. Pero, por más de que quieras ayudar a alguien, no puedes ayudar al que no quiere ver.

No estoy diciendo que mi forma de ver las cosas es la ideal, pues creo que llevar las emociones “a flor de piel”, entregarte al cien, solo te hace propenso a sufrir más. And you give yourself away. A la vez, no quisiera vivir de ninguna otra manera. Me entrego porque así soy y no quiero cambiar esa parte de mí. Sé exactamente lo que quiero y lo que necesito para sentirme plena y sé que algún día llegará. Si bien hoy solo veo el caos, por ahora me refugio en mis amigas, en los atardeceres, en las letras y en Catsby.

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