Universos paralelos

Últimamente he pensado mucho en la hipótesis de los universos paralelos. No estaba pensando en la canción de Drexler ni me estoy leyendo un libro pseudointelectual de física, sino que estoy viendo la serie Community donde este es un tema recurrente.

Empecé a preguntarme qué podría estar haciendo en esas otras dimensiones. Quiero pensar que en muchas no soy abogada, en otra J.K. Rowling no es transfóbica, quizás en alguna soy escritora y en otra soy Alex Turner (o al menos estoy casada con él). En todas, hay paz y equidad en Colombia.

Han sido días muy difíciles para todos y creo que a la mayoría nos está costando concentrarnos en el trabajo mientras el mundo se incendia a nuestro alrededor (insert ‘this is fine’).

Lo que está pasando en Colombia me ha hecho pausar un tema que viene molestándome más que la conexión de Uribe en el Zoom de NYU (Vicenteee): la persecución incansable de la ‘pasión’.
Aclaro que hay demasiadas cosas en la vida que me apasionan: llenar mis libros de post-its, inventarle sobrenombres a Catsby, el principio de No. 1 Party Anthem y el solo de guitarra de Yellow Ledbetter, entre otras. Sin embargo, el trabajo nunca ha sido una de ellas. Nos enseñaron que tenemos que amar lo que hacemos pero, ¿qué pasa si el trabajo no nos llena?

Mi familia piensa que soy demasiado millennial, que a nosotros nada nos satisface y que nadie está del todo feliz en su profesión, pero ¿si gastamos al menos el 40% de nuestro día en ello, no debería apasionarnos? No acepto vivir la vida pensando en mis próximas vacaciones o eventual jubilación. Estoy segura de que en alguno de estos universos paralelos estoy haciendo algo que realmente me llena el alma. Mientras decido el curso de mi vida, seguiré pensando en estos universos paralelos para así algún día volver uno de ellos realidad. Otra vez no tengo soluciones, solo existencialismo. Solo les digo que si alguno está pasando por lo mismo que yo, no están solos. Y si les dicen que son un millennial más, pues la generalización viene de una raíz común de pensar que estamos en la vida muy poco tiempo como para no amar lo que hacemos.