Califación: 5/5 ★

Rosa Montero, 2022.
Páginas: 358.

“La existencia es una discoteca barata vista a la luz del día. Y así, al igual que el delirio del psicótico es una defensa de su mente, que se esfuerza en dar sentido a un mundo incomprensible, las novelas son delirios controlados para intentar apuntalar una realidad demasiado precaria.”

Llegué a este libro simple y llanamente por su título (y tal vez un poco por la niña que está boca abajo mirando fijamente al lector). Confieso que pensé que me encontraría con una novela donde la protagonista validara todos mis miedos de que está bien no estar bien, que está bien ser un poco diferente. Ese tipo de ficción que traes a tu realidad para reafirmarla. Me encontré con algo muchísimo mejor, algo que no sabía que necesitaba.

“Siempre he sabido que algo no funcionaba bien dentro de mi cabeza”. Rosa Montero te atrapa desde la primera línea, anunciando que este será un libro único. El peligro de estar cuerda contiene varios libros en uno: a veces es un ensayo, con referencias biográficas de escritores y estadísticas en la literatura, otra veces se torna autobiográfico, pero también está permeado de brochazos de ficción. Encontramos psicología, ciencia, poesía, misterio, magia y locura.

Rosa Montero realiza un estudio impresionante sobre la relación de la creatividad y la cordura. Montero describe la “tormenta perfecta” que debe confabular en el proceso de creación; la odisea que es necesario atravesar cuando te sientas a escribir.

Ahora bien, Montero no trata únicamente el proceso creativo, pues con este libro le habla directamente a todos los que alguna vez han sentido que hay algo mal dentro de ellos.

Pocas veces me he sentido tan interpelada por un libro. No quiero hablar mucho más de su trama, porque creo que parte de su encanto consiste en revelar uno a uno las reflexiones e intimidades que contiene. Pero sí quiero contar que este libro me ayudó a seguir cultivando mi inspiración, a dejar que mi mente vuele alto para alimentar mi creatividad. En estos últimos años donde me he sentido todo menos cuerda, este libro me agarró de la mano y me dijo que no estaba sola. También aprendí dos verdades absolutas: que “todos somos iguales y todos somos diferentes”. Este es un libro necesario.

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