Califación: 4.5/5 ★

Camila Sosa Villada, 2020.
Páginas: 240.

“Todo puede ser tan hermoso, todo puede ser tan fértil, tan imprevisible, cuesta creer que sea obra de un dios. El lenguaje es mío. Es mi derecho, me corresponder una parte de él. Vino a mí, yo no lo busqué, por lo tanto, es mío. Me lo heredó mi madre, lo despilfarró mi padre. Voy a destruirlo, a enfermarlo, a confundirlo, a incomodarlo, voy a despedazarlo y a hacerlo renacer tantas veces como sean necesarias, un renacimiento por cada cosa bien hecha en este mundo”.

Recomendadísimo este libro. Es una mirada cruda, íntima y absolutamente necesaria de la vida de Camila, una joven travesti que se ve inexorablemente guiada a ejercer la prostitución en un mundo que la ve como una falla en el sistema. Camila dice que se convirtió en la mujer que es por pura necesidad. No podía imaginar ser hombre en un mundo rodeado de la violencia que veía en su padre y la ausencia de afecto y decisión de su madre. Se va de su pueblo para estudiar en la ciudad y una noche, muerta del miedo, se va a espiar a las travestis del Parque Sarmiento. El miedo se evaporó rápidamente, pues Camila por fin había encontrado su lugar en el mundo.

“La desidia de la gente ese día me ofreció una revelación: estaba sola, este cuerpo era mi responsabilidad. Ninguna distracción, ningún amor, ningún argumento, por irrefutable que fuese, podían quitarme la responsabilidad de mi cuerpo. Entonces me olvide del miedo”. 

Camila finalmente completa el rito de iniciación travesti y nos guía por este mundo, que a veces es una fiesta y a veces un infierno. Ella y sus hermanas de vida luchan por hacerse un lugar en el mundo, con una prosa mágica y creativa. Tiene historias de abuso tan viscerales que me tocaba dejar de leer unos minutos para procesar lo que leía. Camila tiene una voz necesaria para arrojar luz sobre estas historias que por tanto tiempo nuestra sociedad ha querido silenciar, borrar o matar. 

“Así fuimos olvidando lo importante: que ser travesti era una fiesta. Porque la más hermosa de todas nosotras ya no estaba ahí para recordárnoslo”.

Anterior
Anterior

Memoria por correspondencia

Siguiente
Siguiente

Untamed