Memoria por correspondencia

Califación: 4/5 ★

Emma Reyes, 2012.
Páginas: 232.

"Si tú crees que basta tener las ideas, yo te digo que si uno no sabe cómo escribirlas para que sean comprensibles es igual que si uno no tuviera ideas".

Por medio de docenas de cartas, escritas entre 1969 a 1997, Emma Reyes le cuenta a Germán Arciniegas, lo que fue su infancia. Una infancia marcada por abusos y abandono, pero que no deja de perder esta mirada de la infancia que no juzga, que observa serena y aún se maravilla por lo que ve.

Estas cartas apenas fueron publicadas en el 2012. Para mí, lo más impresionante de esta obra es que Emma le recuerda a su lector todo el tiempo que ella no es escritora, que lo que escribe no debía ni tener sentido. Mientras tanto, sus palabras tienen una vitalidad y una magia, un nivel de descripción y sensorialidad que poco vemos. Me pregunto, ¿qué hubiera pasado si Emma Reyes se hubiera creído el cuento de que era escritora? Si hubiera convertido y publicado estas cartas como una novela. Si las mujeres del siglo XX hubieran tenido la oportunidad de afirmar con fuerza lo que querían ser. Seguro el nombre de Emma Reyes sería tan conocido como el de los escritores tradicionales.

Qué lindo sería el mundo ahora mismo. .

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